Vincent van Gogh, uno de los pintores más icónicos del postimpresionismo, dejó un legado artístico inmortalizado en sus obras de colores llamativos, pinceladas enérgicas y formas contorneadas. Sin embargo, detrás de sus lienzos vibrantes se esconden secretos fascinantes que pintan un retrato aún más intrigante de este genio creativo.
El Comienzo Tardío de Vincent Van Gogh
A pesar de su amor por el arte, Vincent van Gogh no se sumergió en la pintura hasta los 27 años de edad. Antes de eso, probó una serie de trabajos, desde marchante de arte hasta profesor y predicador laico. Fue su hermano menor, Theo, quien lo inspiró a abrazar su verdadera pasión por la pintura. A través de una correspondencia constante con Theo, Van Gogh comenzó a incluir bocetos en sus cartas, y este alentó al futuro pintor a centrarse en su talento artístico.
El viaje a Bruselas en 1880 marcó el inicio de su viaje en el mundo del arte, donde perfeccionó su técnica y se conectó con otros artistas.
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Los Autorretratos de Van Gogh.
Van Gogh fue famoso por sus autorretratos, con un total de 39 conservados en la actualidad, incluyendo dibujos y pinturas. La mayoría de estos autorretratos fueron creados en París mientras experimentaba con tonos más claros y técnicas de pintura novedosas. La elección de retractarse a sí mismo no solo era económica, sino que le permitiría pintar sin depender de la disponibilidad de un modelo externo.
Estos autorretratos no solo documentan su desarrollo como artista, sino que también ofrecen una ventana a su vida personal y su evolución.
El Enigma de su Oreja Cortada.
Uno de los episodios más enigmáticos de la vida de Vincent Van Gogh fue el corte de su oreja izquierda. Según la versión tradicional, esto ocurrió después de una acalorada discusión con Paul Gauguin, otro artista con el que colaboraba en Arles, Francia. Las diferencias en sus enfoques artísticos llevaron a tensiones constantes entre ellos, y Gauguin amenazó con irse. En un arrebato de angustia, Van Gogh se cortó la oreja y la entregó a una mujer, supuestamente una prostituta llamada Rachel.
Sin embargo, investigaciones más recientes, como las realizadas por la historiadora de arte Bernadette Murphy, arrojaron una nueva luz sobre este incidente. Murphy afirma que Van Gogh se cortó toda la oreja, no solo el lóbulo, y que la mujer que recibió el fragmento no era Rachel, sino Gaby, una limpiadora del café que el pintor frecuentaba. Esto sugiere una conexión más estrecha entre Van Gogh y Gaby de lo que se creía anteriormente.
El ascenso a la fama.
A pesar de vender pocas obras durante su vida, Vincent van Gogh comenzó a ganar reconocimiento en los dos últimos años de su vida. Sus obras se exhibieron en exposiciones en París y Bruselas, lo que atrajo la atención de las vanguardias artísticas. Trágicamente, poco después de su muerte, su hermano Theo falleció.
Fue Jo van Gogh-Bonger, la viuda de Theo y cuñada de Vincent, quien asumió la misión de preservar y promover el legado artístico de Van Gogh. Vendió obras, prestó cuadros para exposiciones y publicó las cartas que Van Gogh había escrito a Theo. Gracias a su dedicación, la fascinante historia de la vida de Van Gogh y su genialidad artística cautivaron al mundo.
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Vincent van Gogh no solo dejó un impacto indeleble en el mundo del arte, sino que también nos legó una vida llena de misterios y pasiones que continúan intrigándonos hasta el día de hoy.