La protección que obtenemos de  los murciélagos

Algunos países han reconocido el importante papel que juegan los murciélagos insectívoros como aliados contra estas enfermedades.

Porque la vida es lo más importante, hoy hablaré de la protección que obtenemos de  los murciélagos:

Los murciélagos son un grupo de animales muy especiales: tienen comportamientos gregarios, y pueden vivir  hasta veinte millones en una colonia en donde  conviven y forman lazos afectivos con varias especies diferentes, son longevos para su tamaño con promedios de vida entre 20-40 años, su linaje es muy antiguo, ya que existen aproximadamente hace 50 millones de años.

Los murciélagos son los únicos mamíferos capaces del vuelo sostenido, habilidad que les ha valido el título de “los amos del vuelo nocturno”.  .

Por otro lado, la saliva de los pocos murciélagos que se alimentan de sangre  posee anticoagulantes que están siendo investigados por sus propiedades, para mejorar fármacos para tratar la hipertensión, las enfermedades cardiacas, y los procedimientos de trasplantes de tejidos así mismo, funcionan como modelo para el entendimiento de las enfermedades, como la artritis reumatoide.

Además, los murciélagos son extraordinarios reguladores de poblaciones de mosquitos, un solo murciélago puede consumir en una noche aproximadamente mil mosquitos, el equivalente al 60% de su peso, así disminuyen la transmisión de enfermedades víricas, como el Zika, el Chikungunya y dengue, transmitidas a través de vectores como los mosquitos.

 

Algunos países han reconocido el importante papel que juegan los murciélagos insectívoros como aliados contra estas enfermedades, por ejemplo en  Barcelona  se han desarrollado proyectos como la colocación de  torres-nido en parques urbanos para proveer refugios artificiales a los murciélagos y así  conservar sus poblaciones y  beneficiarse de su actividad de depredación natural como un servicio antiviral altamente efectivo.

Las críticas negativas y francamente satanizantes que han recibido los murciélagos han sido una constante a lo largo de su convivencia con los humanos, pero a raíz de la pandemia de COVID-19 la agresión  ha aumentado sin más motivo, que el miedo fundamentado en la ignorancia.

Atacar a los murciélagos nos hace perdernos de los beneficios que obtenemos, y nos quita la oportunidad de aprender más sobre los componentes de un sistema inmune eficiente, conocimiento que podría salvar muchas vidas y llevar los tratamientos médicos a nuevos niveles.

Culpar a los murciélagos directamente de la transmisión de enfermedades es contar una historia incompleta y tergiversada para evitar responsabilizarnos del hecho de que esta pandemia, como todos los brotes de otras pandemias a lo largo de nuestra historia, la causamos nosotros.

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