Javier Aguirre, conocido como el “Vasco”, se ha consolidado como el director técnico más exitoso en la historia de la Selección Mexicana, con un legado que abarca más de dos décadas. Su primera etapa como entrenador del Tri, entre 2001 y 2002, marcó un antes y un después al clasificar a México al Mundial de Corea-Japón 2002 tras una eliminatoria complicada. Su capacidad para manejar la presión y unir a un equipo en crisis lo convirtió en un referente. Con 66 partidos dirigidos y 40 victorias, según datos oficiales de la Federación Mexicana de Futbol (FMF), Aguirre supera a otros técnicos históricos como Manuel Lapuente o Ricardo Ferretti. Su retorno en 2022 para preparar el Mundial 2026 refuerza su estatus como líder indiscutible. [FMF, 2025]
La Copa Oro de 2009 es uno de los mayores logros de Aguirre. En la final, México venció 5-0 a Estados Unidos en un partido que demostró su capacidad para implementar estrategias ofensivas y motivar a sus jugadores. Este triunfo no solo consolidó su reputación, sino que también fortaleció el orgullo nacional en un momento de incertidumbre deportiva. Aguirre, con su estilo pragmático y carismático, supo conectar con la afición, que lo recuerda como un técnico que entiende la pasión mexicana por el futbol. En X, los aficionados celebran este hito como un símbolo de su grandeza, aunque algunos critican la falta de continuidad en torneos posteriores.
Su tercera etapa al frente del Tri, iniciada en 2022, llega en un contexto crucial. México será coanfitrión del Mundial 2026 junto con Estados Unidos y Canadá, lo que aumenta las expectativas de un desempeño histórico. Aguirre ha enfatizado la importancia de este torneo, calificándolo como “la oportunidad de oro” para alcanzar el anhelado “quinto partido”. Su experiencia en clubes europeos como Atlético de Madrid y Mallorca le ha dado un enfoque táctico versátil, adaptado a los retos del futbol moderno. Sin embargo, enfrenta el desafío de integrar a una generación joven con la presión de un evento global.
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El estilo de Aguirre ha generado debate. Su enfoque, a menudo descrito como defensivo, prioriza la solidez táctica sobre el espectáculo. En partidos recientes, como los de la Nations League 2024, México mostró un juego ordenado pero poco vistoso, lo que ha dividido opiniones en X. Mientras algunos fans elogian su pragmatismo, otros piden un estilo más arriesgado para competir contra potencias como Brasil o Argentina. Aguirre ha defendido su estrategia, argumentando que los resultados a largo plazo son más importantes que el lucimiento inmediato.
Una de las fortalezas de Aguirre es su capacidad para gestionar planteles diversos. En su actual etapa, ha apostado por una mezcla de veteranos como Raúl Jiménez y jóvenes talentos como Santiago Giménez y Edson Álvarez. Este equilibrio busca combinar experiencia con frescura, un enfoque que ha dado resultados en amistosos recientes. Sin embargo, la falta de consistencia en el ataque preocupa a analistas, quienes señalan que México necesita un goleador confiable para el Mundial. Aguirre ha trabajado en mejorar la cohesión del equipo, pero el tiempo es un factor crítico.
El Mundial 2026 representa una presión sin precedentes para Aguirre. México no ha superado los octavos de final desde 1986, y la afición espera que el “Vasco” rompa esta barrera. En entrevistas recientes, ha destacado la importancia de la preparación física y mental, así como el apoyo de la afición local. Sin embargo, expertos advierten que la infraestructura deportiva en México, como los estadios y centros de entrenamiento, aún presenta deficiencias que podrían limitar el desempeño del equipo. Aguirre ha pedido paciencia, asegurando que el Tri está en el camino correcto.
En X, la conversación sobre Aguirre es intensa. Los aficionados comparten memes y análisis, algunos celebrando su historial y otros cuestionando si está a la altura del desafío actual. Un video reciente de un entrenamiento mostró a Aguirre motivando a sus jugadores con un discurso apasionado, lo que generó reacciones positivas. Sin embargo, las críticas persisten, especialmente por la falta de títulos recientes en competencias internacionales. La presión de la afición mexicana, conocida por su exigencia, será un factor clave en su gestión.
Aguirre también enfrenta retos externos, como la organización del Mundial. La FMF ha sido criticada por su manejo de recursos y la falta de claridad en la planeación. Algunos analistas sugieren que el éxito de Aguirre dependerá no solo de su estrategia, sino también del apoyo institucional. En este sentido, el técnico ha pedido mayor inversión en las categorías juveniles para garantizar un flujo constante de talento. Su visión a largo plazo podría ser su mayor legado, más allá de los resultados inmediatos.
El “Vasco” se mantiene optimista. En una conferencia en julio de 2025, afirmó: “Este equipo tiene hambre de gloria, y vamos a darlo todo”. Su capacidad para conectar con los jugadores y la afición es una de sus mayores fortalezas, pero el camino hacia el Mundial estará lleno de obstáculos. La preparación de México incluirá una serie de amistosos de alto calibre en 2025, diseñados para probar el nivel del equipo frente a rivales europeos y sudamericanos.
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Con información de EL UNIVERSAL
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