Enormes cantidades de lava brotaron hace apenas un millón de años en Marte, cubriendo un área como Alaska, interactuando con el agua subterránea y desatando inundaciones que excavaron canales profundos.
El año pasado, un equipo de científicos planetarios de la Universidad de Arizona presentó evidencia de una columna de manto gigante debajo de la región de Elysium Planitia, lo que provocó una intensa actividad volcánica y sísmica en un pasado relativamente reciente.
“Elysium Planitia es el terreno volcánico más joven del planeta, y estudiarlo nos ayuda a comprender mejor el pasado de Marte, así como la historia hidrológica y volcánica reciente“, escriben los autores en su artículo, citado en un comunicado. Aunque hasta ahora no se ha observado actividad volcánica en Marte, “Elysium Planitia era volcánicamente mucho más activo de lo que se pensaba e incluso podría estar todavía volcánicamente vivo hoy”, dijo Voigt, el primer autor del estudio, publicado en el Journal of Geophysical Research: Planets.
Una gran cantidad de terremotos en Marte registrados por el módulo de aterrizaje InSight de la NASA entre 2018 y 2022 han proporcionado pruebas de que debajo de su superficie, el Planeta Rojo está todo menos muerto.
“Nuestro estudio proporciona la explicación más completa del vulcanismo geológicamente reciente en un planeta distinto de la Tierra”, dijo Hamilton, profesor asociado de LPL. “Es la mejor estimación de la actividad volcánica joven de Marte durante aproximadamente los últimos 120 millones de años, que corresponde al momento en que los dinosaurios vagaban por la Tierra en su apogeo hasta el presente“.
Según los autores, los hallazgos tienen implicaciones para la investigación sobre si Marte podría haber albergado vida en algún momento de su historia. Elysium Planitia experimentó varias grandes inundaciones de agua, y hay evidencia de que la lava que brotó interactuó con agua o hielo, dando forma al paisaje de manera espectacular. En Elysium Planitia, Voigt y sus coautores encontraron amplia evidencia de explosiones de vapor, interacciones que son de gran interés para los astrobiólogos porque pueden haber creado ambientes hidrotermales propicios para la vida microbiana.
El equipo utilizó imágenes de la cámara Context a bordo del Reconnaissance Orbiter de la NASA, o MRO, combinadas con imágenes de resolución aún mayor de la cámara HiRISE dirigida por UArizona de MRO en áreas seleccionadas. Para obtener información topográfica, aprovecharon los registros de datos del Mars Orbiter Laser Altimeter de otra nave espacial de la NASA, Mars Global Surveyor. Estos datos del estudio se combinaron luego con mediciones de radar del subsuelo tomadas con la sonda Shallow Radar, o SHARAD, de la NASA.