En los Juegos Olímpicos de París 2024, un avance tecnológico destacó entre los competidores, atrayendo la atención tanto del público como de los medios: las bandas de enfriamiento que algunos atletas llevaron en sus cabezas durante la competencia. Estas innovadoras bandas son el resultado del trabajo de Gustavo Cadena Schlam, un inventor mexicano cuya creación ha sido reconocida como una herramienta esencial para los deportistas de élite. Su invención ha sido aclamada no solo por su ingeniosa aplicación, sino también por su contribución a mejorar el rendimiento de los atletas en condiciones de calor extremo.
Entre los atletas que han adoptado esta tecnología se encuentra Sifan Hassan, corredora neerlandesa de origen etíope, quien se consagró como ganadora de la medalla de oro en el maratón de París 2024. Hassan es una de las deportistas que ha experimentado los beneficios de este invento. De acuerdo con la información disponible en la página oficial de Omius, la banda para la cabeza emplea nanotecnología avanzada para controlar la temperatura corporal de los atletas, logrando un efecto de enfriamiento en la frente mediante la evaporación del sudor, lo que resulta en una mayor comodidad durante las exigentes competiciones.
El maratón, una de las pruebas más desafiantes dentro del calendario olímpico, pone a prueba la resistencia y la fortaleza física de los atletas. En este tipo de competencia, donde el esfuerzo físico y la gestión del calor son cruciales, las bandas de enfriamiento han demostrado ser un recurso valioso, beneficiando notablemente a los competidores que las utilizaron. Este avance ha sido tan significativo que la banda creada por Cadena Schlam también fue utilizada por atletas de alto rendimiento en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, y su uso continuó en la edición de París 2024, consolidando así su relevancia en el mundo del deporte profesional.
Cadena Schlam es el fundador de la marca Omius, responsable del desarrollo de estas bandas que utilizan nanotecnología para crear un efecto de enfriamiento en la frente de los deportistas. Este joven empresario mexicano comenzó a enviar las bandas a diversos competidores antes de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, con el propósito de que pudieran probar su efectividad. Los resultados fueron claros: varios de los atletas decidieron seguir utilizando las bandas, comprobando su utilidad y eficiencia en el manejo de las altas temperaturas durante las competiciones.
¿Cómo se creó el invento de Gustavo Cadena?
La historia detrás de Omius y de su innovadora tecnología se remonta a más de diez años, específicamente al año 2013, cuando Gustavo Cadena aún era estudiante de ingeniería en el Tecnológico de Monterrey, en México. En ese entonces, enfrentando las altas temperaturas características de la ciudad, Cadena comenzó a experimentar un malestar térmico significativo, lo que lo motivó a buscar una solución a este problema. Fue entonces cuando percibió una oportunidad de investigar y desarrollar un producto que pudiera mitigar los efectos del calor extremo.
Cadena descubrió que la ropa tradicional, en lugar de ayudar a regular la temperatura corporal, muchas veces actúa como un aislante que retiene el calor, lo que agrava la sensación de calor en el cuerpo. En sus propias palabras, explicó en el sitio web de Omius que “la ausencia de estos tejidos es lo que realmente permite enfriar el cuerpo”. Esto lo llevó a investigar más a fondo, concluyendo que los materiales más frescos disponibles en el mercado son aquellos que presentan tejidos más delgados y con estructuras más abiertas, lo que permite una mayor ventilación y disipación del calor.
Durante su proceso de investigación y desarrollo, Cadena dedicó incontables horas a la creación de diversos prototipos. Entre sus primeras invenciones se encontraban módulos termoeléctricos, una chaqueta robótica flexible y hasta una chaqueta de motociclista equipada con aire acondicionado. Sin embargo, después de múltiples intentos, fue capaz de desarrollar lo que considera “la forma más eficiente de enfriar el cuerpo humano”. Este avance lo llevó a crear un material especial diseñado específicamente para enfriar la piel, actuando como un disipador de calor que imita los sistemas de refrigeración utilizados en maquinaria sofisticada, como las computadoras y los motores de alta potencia.
El casco Omius fue uno de los primeros productos en los que esta nueva tecnología fue aplicada, y marcó el inicio de lo que se espera sea una revolución en la forma en que los humanos pueden adaptarse a un planeta cada vez más cálido. Gustavo Cadena y su equipo de trabajo continúan investigando y desarrollando nuevas aplicaciones para esta tecnología, con el objetivo de proporcionar soluciones innovadoras que permitan a las personas enfrentar los desafíos del cambio climático de manera más eficiente.
La misión de Omius va más allá de la creación de simples accesorios para deportistas. Su meta es contribuir a que la humanidad pueda adaptarse mejor a las condiciones de calor extremo que se prevén en el futuro, brindando herramientas que no solo mejoren el rendimiento de los atletas, sino que también aporten soluciones útiles en el día a día de las personas en diferentes contextos. Así, este joven mexicano ha demostrado cómo una necesidad personal puede convertirse en una solución innovadora de gran impacto global.