Florida ha dado un paso significativo en su legislación al aprobar un proyecto de ley que permitiría la imposición de la pena de muerte para los abusadores sexuales de niños menores de 12 años. Con el respaldo del gobernador Ron DeSantis, esta medida ha obtenido una mayoría bipartidista en el Senado y la Cámara de Representantes del estado.
Pena de muerte para abusadores sexuales
La legislación incluye una disposición que permite a los jurados imponer la pena capital con un voto mínimo de 8 a 4, lo cual representa un cambio con respecto al requisito anterior de unanimidad. El gobernador DeSantis ha expresado su firme creencia de que la pena de muerte es el castigo apropiado para quienes abusan repetidamente de niños pequeños.
Los copatrocinadores del proyecto de ley, la líder de la minoría del Senado estatal Lauren Book (D-Davie) y el senador estatal Jonathan Martin (R-Fort Myers), argumentan que los abusadores sexuales de niños tienen una alta probabilidad de reincidencia, por lo que la pena máxima es necesaria.
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La senadora estatal Rosalind Osgood (D-Broward) ha expresado su oposición a la ley debido a sus convicciones religiosas y su lucha personal con la pena de muerte, a pesar de reconocer la gravedad de los delitos sexuales contra los niños.
Sin embargo, la legislación podría entrar en conflicto con el fallo de la Corte Suprema de 2008 en el caso Kennedy v. Louisiana, que prohibió el uso de la pena de muerte para violadores de niños cuando la víctima no fallece. El gobernador DeSantis ha insinuado que la actual composición de la Corte Suprema, con una mayoría conservadora, podría revisar esa decisión.
Este proyecto de ley ha reavivado el debate sobre la pena de muerte en Florida, especialmente después de que el autor del tiroteo en la escuela de Parkland, Nikolas Cruz, evitara la pena capital y fuera condenado a cadena perpetua. El gobernador DeSantis ha instado a quienes se oponen a la pena de muerte a buscar cambios a través del proceso democrático, en lugar de intentar anularla como miembros de un jurado.
La aprobación de esta ley ha generado una gran controversia en Florida, con defensores argumentando que es necesaria para proteger a los niños de abusos sexuales graves y repetitivos, mientras que los opositores cuestionan la efectividad de la pena de muerte como disuasivo y plantean preocupaciones éticas y legales.
El futuro de esta legislación y su posible aplicación están en manos de los tribunales y podrían generar un debate más amplio sobre la pena de muerte y la protección de los niños en el estado de Florida.