El informe más reciente sobre la expansión del español revela que hoy esta lengua alcanza a unos 635 millones de personas en el mundo, tras un crecimiento anual cercano al 5 %.
De esta cifra total, más de 530 millones lo hablan como su idioma materno, lo que reafirma su carácter como una lengua mayoritaria a nivel global.
Según lo manifestado por el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, y por Observatorio Global del Español, durante la presentación del anuario “El español en el mundo 2025” —celebrada en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) — este crecimiento confirma que el español ya ocupa el tercer lugar entre los idiomas más hablados del planeta, solo después del chino mandarín y del hindi.
En cuanto a su distribución geográfica y demográfica, el español destaca especialmente en un país: México, que —con cerca de 125 millones de hablantes— lidera la lista de países de habla hispana en el mundo.
Además, el estudio indica que en la última década el número de personas que estudian español como lengua extranjera ha aumentado en un 20 %. Este crecimiento se debe en gran medida a hijos de migrantes, estudiantes de distintas nacionalidades y extranjeros que se han asentado en países hispanohablantes. Esa tendencia de aprendizaje refuerza la proyección de crecimiento del idioma para los próximos años.
No obstante, el artículo también advierte sobre un desafío importante: el caso de Estados Unidos. Allí viven alrededor de 48 millones de personas cuya lengua principal es el español, pero la lengua ha sido señalada como “sospechosa” por ciertas políticas antimigratorias. Según lo advertido por Francisco Moreno, esta condición de sospecha no impedirá que la gente siga usando el idioma en su hogar, pero sí podría afectar su prestigio social, lo que a mediano o largo plazo podría poner en riesgo su continuidad como lengua viva y respetada en ciertos contextos.
En síntesis, el reporte de 2025 del Instituto Cervantes reafirma que el español no solo cuenta con una enorme comunidad de hablantes nativos repartidos por todo el mundo, sino que también goza de un dinamismo notable gracias al creciente número de estudiantes y hablantes no nativos. Sin embargo, su expansión también convive con desafíos sociales y culturales, especialmente en contextos migratorios.
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