El Papa León XIV canonizó este domingo a siete nuevos santos de la Iglesia Católica en una ceremonia celebrada en la Plaza de San Pedro, ante miles de fieles y peregrinos. El sumo Pontífice definió la celebración como “una gran fiesta de la santidad” y resaltó que los nuevos santos “han mantenido encendida la lámpara de la fe y han sido ellos mismos lámparas capaces de difundir la luz de Cristo”.
Durante su homilía, León XIV instó a los presentes a no cansarse de orar, comparando la oración con la respiración: “Como la respiración sostiene la vida del cuerpo, así la oración sostiene la vida del alma”. Asimismo, destacó la autenticidad de la fe de estos nuevos santos y su capacidad de testimoniar el amor de Dios en la vida cotidiana, más allá de gestos heroicos o ideales abstractos.
Venezolanos entre los nuevos santos
Los nuevos santos canonizados incluyen por primera vez a venezolanos, generando gran expectación y banderas del país en la plaza. Entre ellos destacan la religiosa María del Monte Carmelo Rendiles Martínez y el médico José Gregorio Hernández Cisneros, quienes se suman al listado de figuras ejemplares de la Iglesia.
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Además, Papa León XIV presentó al resto de los nuevos santos como “fieles amigos de Cristo” y mártires por su fe. El pontífice resaltó la diversidad de sus vocaciones, desde misioneros y evangelizadores hasta fundadores de órdenes religiosas y dedicados servidores de la humanidad.
Quiénes son los siete nuevos santos
Los siete nuevos santos son: Ignacio Choukrallah Maloyan y Pedro To Rot, reconocidos como mártires por su fe; María Troncatti, destacada por su labor como evangelizadora y misionera; Vicenta María Poloni y Carmen Rendiles Martínez, fundadoras carismáticas; y Bartolo Longo y José Gregorio Hernández, reconocidos por su dedicación y servicio a la humanidad, guiados por la devoción y la caridad.
El Papa destacó que estos santos no son héroes aislados, sino hombres y mujeres que vivieron la fe con autenticidad y dedicación, convirtiéndose en ejemplo de la vocación a la santidad que todos los fieles pueden seguir. “Cuando escuchamos la llamada de quien está en dificultad, ¿somos testigos del amor del Padre como Cristo lo ha sido para todos?”, cuestionó León XIV, subrayando la dimensión humana y espiritual de los nuevos santos.
Al finalizar la ceremonia, el pontífice pidió la intercesión de los nuevos santos en las pruebas de la vida diaria y exhortó a los fieles a inspirarse en ellos para mantener viva la esperanza y la fe. “Mientras peregrinamos hacia esa meta, no nos cansemos de orar, cimentados en lo que hemos aprendido y creemos firmemente. De ese modo, la fe en la tierra sostiene la esperanza en el cielo”, concluyó.
La canonización marca un momento histórico para la Iglesia, especialmente para Venezuela, y refuerza la importancia de la santidad como un camino accesible para todos los creyentes, a través de la oración, la acción y la dedicación al prójimo.
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