Por Lorena Careaga
Hablando de historia y otras cosas, ¿saben ustedes qué es un “Penny Black”?
Que tal, les saluda Lorena Careaga y hoy hablaremos de los inicios del moderno sistema de correos.
El “Penny Black”, la primera estampilla adhesiva del mundo, fue emitida en Gran Bretaña el 1º de mayo de 1840, y a partir de ese momento hizo historia. La idea fue concebida por el reformista Rowland Hill, quien observó que la gente enviaba y recibía cartas, arreglándoselas mediante ingeniosas artimañas para no pagarle al cartero la entrega y de todas maneras enterarse del contenido. Hill introdujo una nueva forma de pagar el franqueo por anticipado, fijando en el sobre una pequeña etiqueta engomada para asegurar y confirmar el pago del servicio postal.
Las estampillas Penny Black mostraban la imagen de una joven reina Victoria de perfil sobre un fondo negro, y este simple pero hermoso diseño se mantuvo sin cambios durante su largo reinado.
Dieciséis años después, en agosto de 1856, durante la presidencia interina de Ignacio Comonfort, entró en circulación la primera estampilla de correos mexicana. El entonces Administrador General de la Renta de Correos, Valentín Gómez Farías, propuso algo inusitado: que el correo se convirtiera en un servicio público a disposición de todos los ciudadanos, en lugar del privilegio privado y costoso que había sido hasta entonces.
José Villegas fue el grabador que diseñó el primer timbre mexicano con la efigie del Padre Hidalgo, emitiéndose en diferentes colores y precios, desde el medio real hasta los ocho reales. Durante el Segundo Imperio, cuando Maximiliano cambió los pesos y medidas al sistema métrico decimal, la estampilla adquirió el valor de 1 peso.
Volviendo al origen del moderno sistema de correos, vale la pena destacar un dato curioso: los sellos postales británicos, hasta el día de hoy, nunca han llevado impreso el nombre de Inglaterra o de Gran Bretaña, sino únicamente la imagen del monarca reinante, cosa que los hace únicos en el mundo.
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