La pandemia de COVID-19 dejó muchas imágenes grabadas en la memoria colectiva, pero pocas tan representativas como las estanterías vacías de papel higiénico en los supermercados.
Durante esos meses de incertidumbre, este producto se convirtió en un símbolo de supervivencia, al punto de que muchas personas acumulaban rollos como si fueran un recurso esencial. Sin embargo, lo que parecía un producto imprescindible para la higiene diaria podría estar viviendo sus últimos días.
¿Los últimos días del papel higiénico?
El motivo principal detrás de esta posible desaparición del papel higiénico es la creciente preocupación por el medioambiente.
TAL VEZ TE INTERESE: Papel higiénico ¿Por qué muchos mexicanos los guardan?
Los expertos han advertido sobre los riesgos ecológicos asociados a la fabricación y el uso de este producto, ya que su proceso de producción requiere grandes cantidades de agua y árboles, contribuyendo a la deforestación y al agotamiento de recursos naturales. Ante esta realidad, cada vez más voces se alzan para buscar alternativas más sostenibles.
Algunos países, como Túnez, Marruecos, Egipto y Jordania, ya han dado el paso hacia una nueva era de higiene, eliminando el uso del papel higiénico en favor de métodos más eficaces y ecológicos.
En estas naciones, se han popularizado sistemas como el uso de bidets o duchas higiénicas, que garantizan una limpieza más profunda y saludable.
Además de ser más respetuosos con el medioambiente, estos métodos resultan más higiénicos, ya que el papel higiénico, en muchas ocasiones, no logra eliminar todos los residuos, especialmente si se utiliza de manera apresurada.
Problemas causados por el Papel Higiénico
Médicos y especialistas en salud también han señalado que el uso del papel higiénico puede causar irritaciones y problemas dermatológicos, especialmente en personas con piel sensible.
Las rojeces, irritaciones y hasta infecciones son consecuencias comunes del uso continuo de este producto, lo que ha llevado a muchos profesionales a recomendar una transición hacia la limpieza con agua y jabón, que es mucho más suave y efectiva.
Japón, por ejemplo, es un país que ha adoptado el uso de tecnología avanzada en los inodoros, integrando sistemas que limpian la zona con agua automáticamente, asegurando una higiene completa sin necesidad de papel.
Aunque puede parecer incómodo cuando se está fuera de casa, es posible que los baños públicos del futuro también adopten esta tendencia, eliminando la necesidad del papel higiénico y transformando nuestra rutina diaria.
El fin del papel higiénico, aunque impensable para algunos, podría estar más cerca de lo que creemos. Prepararnos para este cambio implica adaptar nuestros baños y costumbres, priorizando el cuidado del medioambiente y nuestra salud.