Porque la vida es lo más importante, hoy hablaré de “El chicle de la Selva”
La mezcla conocida como chicle, proviene de la savia y a la vez resina de árbol de chicozapote, este jugo lechoso al coagular y solidificarse se transforma en un compuesto llamado latex, que es el ingrediente básico de la goma de chicle.
Manilkara zapota, es el nombre del árbol chicozapote, llamado también árbol “yah” en maya, es un árbol que puede llegar a alcanzar hasta 40 metros, y vivir 300 años siendo de los árboles nativos más comunes de las selvas tropicales en la Península de Yucatán, Belice y Guatemala. Este árbol también es conocido por la dureza de las maderas que has sido material de construcción ancestral de los habitantes mayas. Los frutos y las semillas son también son alimento de muchas especies de animales y de personas.
La resina liquida o látex obtenida del chico zapote se hierve hasta deshidratarla hasta obtener una pasta que se estira, amasa y moldea. La extracción del latex no daña al árbol, siempre y cuando se dejen descansar de 6 a 7 años antes de practicarles una nueva extracción. Los mayas llamaban a este látex Sicte, que significa pegajoso
Este orgulloso legado maya, ha sido sustituido sintéticamente por esteres de glicerina de brea o acetato de polivinilo, que ofrecen cualidades parecidas, además existe ahora la bioporateria.. que consiste en utilizar patentes sobre las especies o procesos autóctonos como la del chicle de una región o sobre las técnicas ancestrales de una comunidad sin entregar ninguna compensación a cambio, este es un fenómeno que se da a nivel mundial y debemos evitarlo.