El ascenso de México – Tenochtitlan

Entre 1375 y 1428, floreció en el centro de México el imperio tepaneca, con capital en la ciudad-Estado de Azcapotzalco.

Por Lorena Careaga

Hablando de historia y otras cosas, ¿saben ustedes cómo se convirtieron los mexicas en el mayor imperio de Mesoamérica?

Que tal, les saluda Lorena Careaga y hoy hablaremos, no de la historia-leyenda de la fundación de México-Tenochtitlan, ombligo del mundo, sino de los acontecimientos que permitieron a los aztecas consolidar su poder.

Entre 1375 y 1428, floreció en el centro de México el imperio tepaneca, con capital en la ciudad-Estado de Azcapotzalco. Su rápida expansión fue posible gracias a una combinación de estrategias diplomáticas y militares llevadas a cabo por el emperador o huey-tlatoani Tezozomoc, que incluían alianzas políticas y matrimoniales, recompensas, amenazas y, como en cualquier imperio, la imposición violenta. Fue así como Azcapotzalco logró desplazar a otras ciudades-estado, como Tenanyocan, Colhuacan y Texcoco, para dominar la región lacustre.

Los mexicas, tras su larga peregrinación desde la mítica Aztlán, se convirtieron en súbditos de Tezozomoc y se les permitió asentarse en un islote y prosperar al servicio de los señores tepanecas hasta constituirse, con el tiempo, en una unidad política compuesta de dos ciudades: Tlatelolco y Tenochtitlan, gobernada cada una por un tlatoani. Tal fue la recompensa con la que los tepanecas premiaron el apoyo de los mexicas en su campaña de penetración poblacional, agrícola y militar. En aquel modelo de dominio hegemónico, el parentesco con el emperador aseguraba mayores beneficios en posición y tributos, por lo que el estatus de Tenochtitlan mejoró con el matrimonio del tlatoani Huizilihuitl con una hija de Tezozomoc, y el nacimiento de su hijo, Chimalpopoca, quien daría mayor legitimidad a la dinastía local.

A la muerte de Tezozomoc, sin embargo, el vacío de poder, ligado a la falta de estabilidad y eficacia en la organización imperial, provocaron una reordenación dinástica entre los posibles candidatos al trono de las ciudades-Estado. Así ocurrió en Tenochtitlán, con la elección de Chimalpopoca como tlatoani y el desplazamiento de otros aspirantes a ese puesto. En 1428, Chimalpopoca fue asesinado junto con su familia por un bando rebelde de tenochcas, como parte de una conspiración para terminar con el poder de Azcapotzalco. Su principal lider era Izcóatl, secundado por Moctezuma Ilhuicamina, ambos de la dinastía real de Tenochtitlan, pero no de la rama tepaneca, y sucesivos huey-tlatoani de esta ciudad, encaminada desde ese momento a convertirse en la capital de un nuevo imperio, mucho más poderoso y extenso que el tepaneca y el más grande de la historia mesoamericana

 

Fuentes:

Santamaría, Carlos (2011). La rebelión de 1428 de Tenochtitlan contra Azcapotzalco. Arqueología Mexicana, vol. XIX, núm. 111, septiembre-octubre: 26-31

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