El eclipse solar anular del 14 de octubre de 2023 está a punto de ocurrir. En este evento, la Luna no cubrirá el Sol en su totalidad, pero sí generará un “anillo de fuego” visible desde México que puede afectar a los animales.
Ron Fernández, neuroetólogo y posdoctorante de la Facultad de Ciencias (FC) de la UNAM, mencionó a Xataka México que los eclipses solares tienen un impacto directo en los animales, que pueden reaccionar de manera diferente a la habitual.
El problema de los eclipses y los animales
Sobre el efecto de los eclipses solares en los animales, Fernández admite que hay poca investigación y bibliografía al respecto, ya que es raro que estos fenómenos repitan su trayectoria y no se pueden tener siempre los mismos parámetros para hacer comparativas.
Según Fernández, gran parte de la información disponible proviene de investigaciones durante el eclipse de 2017 en zoológicos y otras regiones de Estados Unidos. Por lo tanto, los datos recopilados el 14 de octubre serán de gran ayuda para entender mejor el efecto en la vida silvestre y doméstica.
Lo que puede (o no) pasar
El investigador destaca que hay muchas posibles reacciones en los animales. Se espera que entre las conductas más notorias, los animales diurnos muestren comportamientos típicos de la noche, es decir, que decidan descansar como si fuera el final de la jornada.
Esta es una reacción que se ha observado en aves, tanto de corral como silvestres, que reducen su actividad. Esto implica que también se espera que estos animales canten menos y se reduzcan los sonidos que producen.
En el caso de los organismos nocturnos, estos pueden “activarse” momentáneamente, según Fernández, ya que para murciélagos, algunos mamíferos y roedores el oscurecimiento debido al eclipse es “como despertar”.
Para los animales domésticos, Fernández señala que no hay mucha información, pero hay algunos comportamientos esperados. Por ejemplo, se espera que los perros den aullidos, que pueden ser replicados por otros canes.
Sin embargo, al encontrarse en áreas urbanas, su comportamiento puede variar en comparación con las zonas rurales, donde se nota más el cambio al haber menos actividad y disminuir la iluminación.
Protegiendo a las mascotas
Según el investigador, la mayoría de los mamíferos no suelen mirar hacia arriba al ser cazadores, pues su vista se enfoca en el suelo a menos de que exista una estimulación puntual en la dirección del Sol y que, por casualidad, coincida su vista con el astro.