Por Patricia Santos
Como la vida es lo más importante, hoy hablare de dormir en el los animales terrestres.
Para muchos animales, si no bien para todos, dormir es esencial para la vida. Se considera que un animal duerme cuando se cumplen tres condiciones: La primera es que se dé un estado de, inmovilidad y tranquilidad; segunda que el cerebro desconecte todo lo que pasa alrededor, y tercera, que sea fundamental para la vida. En general, las especies carnívoras duermen más, que las herbívoras. En cualquier caso, todos los organismos dotados de sistema nervioso central tenemos períodos de vigilia y de sueño.
Dormir es el mecanismo idóneo para recuperar energía y vitalidad, sin embargo en esa etapa se es vulnerable al ataque de depredadores, por ello, los animales hemos desarrollado diferentes estrategias para lograrlo con cierta seguridad.
Por ejemplo, muchas especies de aves como las fragatas y los albatros, duermen mientras vuelan, otros, se agrupan al anochecer, en “dormideros”, formados a veces por miles de pájaros, como los estorninos, los pingüinos se apilan de pie juntos en tierra, y se van turnando en el borde del grupo para no morir de frío. En cambio los pájaros carpinteros no forman grupos y duermen solitarios en sus agujeros en los árboles. Los machos de ciertas aves canoras en la época de reproducción pueden pasar hasta 20 días en un cantar continuo y sin dormir.
La mayoría de los animales dormimos de noche, sin embargo búhos, lechuzas y murciélagos duermen de día.
Los caballos, por ejemplo duermen de pie solo unas 3 horas al día, en cambio hay animales más dormilones como el perezoso que duerme 16 horas, el koala entre 18 y 22, y los murciélagos que con 20 diarias de sueño pasan el 83% de su vida con los ojitos cerrados. Los reptiles, en general duermen todo el invierno, y las hormigas en el otro extremo, toman alrededor de 200 siestas de 1 minuto por día.