Dino, un perro callejero que fue adoptado por una familia en Fortaleza, Brasil, se convirtió rápidamente en un miembro esencial de su hogar, demostrando su lealtad y amor de una manera sorprendente.
Este perro, que fue rescatado de las calles, mostró su agradecimiento salvando la vida de la hija menor de la familia.
La historia del perrito Dino
La historia de Dino fue compartida por el periódico italiano *La Stampa*, destacando la especial relación que existe entre los seres humanos y los perros. Paula Fabricia, una abogada de Fortaleza, adoptó a Dino, quien pronto se ganó el cariño de todos en la casa.
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Según Paula, Dino siempre se mostró dócil, juguetón y extremadamente cariñoso, sin mostrar nunca signos de agresividad. “Él siempre recibe a nuestros visitantes con entusiasmo, saltando sobre ellos para darles la bienvenida”, comentó Paula a la web *Amo Meu Pet*.
Desde el principio, Dino asumió un rol protector en la familia, especialmente con los cuatro hijos de Paula, comportándose como una verdadera “niñera” para ellos.
A pesar de no haber recibido un entrenamiento formal, Dino desarrolló rápidamente comportamientos que lo convirtieron en un protector natural para la familia. Paula recuerda con especial emoción cómo Dino la cuidaba durante sus embarazos, adoptando una postura protectora y anticipando sus necesidades.
“Después de su llegada, tuvimos tres hijos más. Y cada vez que estaba embarazada, Dino adoptaba una postura protectora hacia mí, como si supiera exactamente qué hacer”, compartió Paula.
Dino salvó la vida de una niña
Este instinto protector de Dino se manifestó de manera crucial cuando salvó la vida de la pequeña Alice, la hija menor de la familia. Un día, mientras Alice dormía en su habitación, Dino se mostró inusualmente inquieto y no se separaba de su lado.
Paula, preocupada por el comportamiento del perro, decidió investigar, pensando que podría haber algún peligro, como un escorpión. Sin embargo, lo que descubrió fue que Alice tenía una fiebre extremadamente alta. Gracias a la alerta de Dino, Paula pudo actuar rápidamente, siguiendo las recomendaciones del pediatra y logrando controlar la situación.
Una vez que todo estuvo bajo control, Dino se relajó, pero vomitó, como si hubiera absorbido toda la tensión del momento. Este episodio dejó en claro el profundo amor y compromiso de Dino hacia su familia, reforzando el sentimiento de gratitud que todos sienten por él.
“Dino siempre está donde están los niños, jugando y cuidando de todos con la misma dedicación y amor de siempre. Estamos muy agradecidos de que exista en nuestras vidas”, concluyó Paula.