En un emocionante avance científico, investigadores del Institute for Evolutionary Biology (IBE, CSIC-UPF) y el IRB Barcelona han descubierto el gen Chinmo, conocido como “el gen de la juventud”, y su relación con la etapa juvenil de los insectos. Además, se ha confirmado que este gen también está presente en los humanos, lo que podría abrir la puerta a futuros descubrimientos prometedores en la lucha contra el envejecimiento y el cáncer.
El estudio, publicado en eLife, revela que el gen Chinmo desempeña un papel clave en el establecimiento de la etapa juvenil en los insectos, específicamente en la mosca de la fruta Drosophila melanogaster y la cucaracha Blatella germanica. Estos genes, junto con Br-C y E93, también presentes en humanos, actúan como reguladores en la maduración de los insectos y desempeñan un papel en la supresión y promoción de procesos cancerígenos.
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La investigación demuestra que estos genes se han conservado a lo largo de la evolución de los insectos y podrían ser fundamentales en el proceso de metamorfosis. Los insectos que experimentan una metamorfosis completa, como las moscas, pasan por tres etapas de desarrollo: embrión, larva (etapa juvenil) y pupa, que culmina con la formación del organismo adulto.
Anteriormente, se conocía la función de los genes Br-C y E93 en la formación de la pupa y la maduración de los tejidos, respectivamente. Sin embargo, el gen responsable de la determinación del estadio juvenil aún era desconocido. Ahora, se ha identificado a Chinmo como el gen principal que establece esta etapa en los insectos.
Los científicos pudieron observar los efectos de la supresión del gen Chinmo en ejemplares de Drosophila, quienes pasaron directamente a la fase de pupa sin completar su etapa juvenil, adelantando su desarrollo hacia la fase adulta. Estos hallazgos confirman la importancia de Chinmo en el desarrollo juvenil.
Además, el estudio revela que los genes Chinmo, Br-C y E93 coordinan la formación de los diferentes órganos que conforman el organismo adulto, actuando en secuencia durante los estadios de larva, pupa y adulto, respectivamente.
Es importante destacar que Chinmo y Br-C pertenecen a una familia de factores de transcripción BTB-ZF implicados en el cáncer, lo que sugiere que estos genes también pueden tener un papel en la regulación del crecimiento celular en humanos. Chinmo promueve el crecimiento del tejido, mientras que Br-C y E93 funcionan como supresores tumorales al activar la maduración del tejido.
Este descubrimiento no solo proporciona una comprensión más profunda de la metamorfosis de los insectos, sino que también podría tener implicaciones importantes en futuras investigaciones clínicas. Los hallazgos del estudio sugieren que comprender el funcionamiento molecular del crecimiento celular, regulado por genes como Chinmo, Br-C y E93, podría ser clave para desarrollar enfoques terapéuticos más efectivos contra el cáncer.
El Dr. Xavier Franch, investigador del IBE (CSIC-UPF) y codirector del estudio, enfatizó la importancia del descubrimiento al afirmar: “Hemos desvelado que Chinmo juega un papel fundamental en el crecimiento de los tejidos durante la fase juvenil de la mosca de la fruta. Estos avances nos permiten comprender mejor los procesos de desarrollo y, potencialmente, explorar estrategias para contrarrestar enfermedades relacionadas con el crecimiento celular descontrolado”.
El Dr. Jordi Casanova, investigador del IRB Barcelona y coautor del estudio, también resaltó la relevancia de estos resultados en la lucha contra el cáncer: “Entender el papel de Chinmo, Br-C y E93 en el crecimiento celular puede proporcionar información valiosa para futuras investigaciones clínicas. Al comprender cómo se regulan estos genes en el desarrollo de los insectos, podemos obtener información sobre los mecanismos que podrían estar relacionados con el crecimiento descontrolado en células cancerosas”.
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El estudio también arroja luz sobre la evolución de la metamorfosis en los insectos. Al analizar la función de Chinmo, Br-C y E93 en diferentes especies, los investigadores descubrieron que la función de Chinmo se ha conservado en insectos separados evolutivamente como las moscas y las cucarachas, lo que proporciona pistas sobre el origen de la metamorfosis.