Un tornado puede desplazarse varios kilómetros antes de desaparecer, dejando tras su paso graves daños materiales e incluso humanos.
La inestabilidad y la formación de tormentas conocidas superceldas tormentosas son parte de las condiciones para que se pueda generar un tornado.
Aunque en varios momentos ha generado algunas incógnitas para los científicos y meteorólogos, pero se conocen las condiciones y las diferentes etapas para su formación.
TAL VEZ TE INTERESE: Huracanes: Conoce cuáles son las 5 categorías de ellos
La mayoría de los tornados son con anchura de unos 75 metros, que alcanzan velocidades entre los 65 y los 180Km/h. Hay algunos que pueden llegar a tener una anchura de 2 kilómetros y velocidades de hasta 450km/h.
Existen diferentes tipos de tornados los terrestres y los tornados de agua. Estos últimos se forman sobre cuerpos de agua que conectan con las nubes formando una corriente de aire con forma de embudo.
Características para que se formen los tornados
Para que se forme un tornado se tienen que dar gran cantidad de condiciones; por suerte demasiadas para que por suerte resulten tan comunes. Una corriente de aire fría y otra caliente convergen en horizontal.
Cuando se produce este encuentro, el aire caliente que debería estar por encima del frío queda atrapado en un plano inferior y ocasiona que ambas corrientes fluyan a diferentes alturas de forma paralela y en direcciones opuestas.
A partir de ahí, la corriente de aire frío y seco desciende mientras que la otra, que es más cálida y húmeda se eleva, produciéndose una corriente en forma de tubo giratorio.
En ese momento el aire caliente asciende mientras que el frío desciende y con ello el tornado adopta una posición vertical.
El aire frío desciende alrededor de los flancos del trompo, y el flujo de aire caliente que está atrapado bajo la primera, encuentra en el vórtice una vía para ascender.