¡Prevenir es mejor! Las altas temperaturas pueden ser peligrosas para todos, pero en el caso de los perros, un golpe de calor puede resultar fatal.
Debido a su limitada capacidad para regular la temperatura corporal, es fundamental conocer los síntomas y actuar con rapidez para evitar consecuencias graves.
¿Por qué los perros son más vulnerables al calor?
A diferencia de los humanos, que regulamos nuestra temperatura a través del sudor, los perros solo pueden disipar el calor mediante el jadeo y a través de las almohadillas de sus patas.
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Esto los hace especialmente susceptibles a un golpe de calor cuando la temperatura ambiental es alta.
En condiciones normales, la temperatura corporal de un perro oscila entre los 37.5 y 39°C. Sin embargo, cuando esta supera los 42°C, se considera una emergencia médica que puede derivar en daños irreversibles o incluso la muerte del animal.
Síntomas de un golpe de calor en perros
Identificar rápidamente los signos de un golpe de calor es clave para actuar a tiempo. Según especialistas, estos son los síntomas más comunes:
•Cansancio e inmovilidad: El perro se muestra apático, se recuesta y se rehúsa a caminar.
•Cambio en el color de las mucosas: La lengua, los labios y la conjuntiva de los ojos adquieren un tono morado.
•Alteración de la conciencia: Puede lucir desorientado y presentar mareos.
•Vómito y diarrea: Las heces pueden ser anormales y el vómito frecuente.
¿Cómo prevenir un golpe de calor en perros?
Si un perro muestra signos de golpe de calor, es vital actuar de inmediato:
- Refrescarlo progresivamente: Mojar su cuerpo con agua fresca (pero no helada) y colocarlo en un lugar ventilado.
- Hidratarlo: Ofrecerle agua en pequeñas cantidades para evitar una sobrecarga en el organismo.
- Buscar ayuda profesional: Llevarlo de inmediato a un veterinario para recibir atención especializada.
Una vez en la clínica, el veterinario evaluará la temperatura y niveles de oxígeno del animal, y administrará medicamentos para estabilizarlo.
Prevenir un golpe de calor es más fácil que tratarlo. Evitar paseos en horas de intenso calor, proporcionar sombra y mantener al perro hidratado son acciones clave para proteger su bienestar.
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