Porque la vida es lo más importante hoy hablaré de comer insectos.
Los insectos existen desde hace 400 millones de años, sirva de comparación, mencionar que el origen de los humanos modernos que se refiere a nuestra especie, Homo sapiens, está calculado alrededor de tan sólo 200,000 años.
Si, 400 millones de años es mucho tiempo, durante todo este lapso, los insectos han sobrevivido, evolucionado y se han diversificado, (recordemos que hay identificadas aproximadamente un millón de especies).
Los hay herbívoros, carnívoros o carroñeros, con distintos tipos de aparato bucal con los cuales pueden absorber, chupar, masticar, picar o morder . Por su capacidad de adaptación se encuentran en prácticamente todos los ecosistemas del mundo y son alimento para muchos otros animales como aves, peces, reptiles, anfibios, mamíferos y el mismo ser humano.
México es el país con más insectos incorporados a su cocina. Así es, son parte de la dieta tradicional de nuestro país desde épocas remotas. Y existen más de 500 especies de insectos comestibles entre los que podemos encontrar a los chapulines, hormigas chicatanas, gusanos rojos y blancos de maguey, xahues, toritos de la calabaza, grana cochinilla, entre muchos otros y claro, sin dejar de lado las mieles que producen las abejas.
Los gusanos rojos de maguey o “chinicuiles” se comen por costumbre y son un lujo en muchos estados del país como en Hidalgo, donde se consume en salsa de molcajete.
Ante las problemáticas que existen hoy en día, debido al crecimiento poblacional desmedido y al incremento en la demanda de proteína de origen animal, los insectos comestibles ofrecen una posible alternativa.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha propuesto a los insectos como una fuente de proteína animal sustentable.
A comer bichos se ha dicho…
Patricia Santos González, comentó para Radio Fórmula y les espera en nuestra siguiente cita.