La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) clausuró de manera temporal una planta procesadora de aceite de palma en el estado de Chiapas. La medida fue tomada tras una inspección que reveló descargas contaminantes en cuerpos de agua cercanos a la instalación.
El operativo se llevó a cabo en coordinación con autoridades locales y ambientales. Según el informe oficial, la planta operaba sin cumplir con los permisos adecuados y sin las medidas de mitigación requeridas para proteger el entorno ecológico.
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Habitantes de la comunidad han manifestado preocupación por la contaminación de ríos que son utilizados para consumo humano y actividades agrícolas. Activistas ambientales aplaudieron la decisión de Profepa, pero exigen que se tomen acciones permanentes y se impongan sanciones ejemplares.
La planta permanecerá clausurada hasta que demuestre el cumplimiento de la normatividad ambiental vigente. Además, se evalúa el impacto causado y la posible restauración de la zona afectada.
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Con información de: La Jornada
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