Chechén, el árbol de la dualidad

Chechén, el árbol de la dualidad

Chechén, el árbol de la dualidad

Porque la vida es lo más importante hoy hablaré del Chechén, el árbol de la dualidad.

Metopium brownei, chechén o boxchechen, es un árbol que además de exudar la resina cáustica  que produce afecciones dérmicas y respiratorias muy serias en algunas personas, también presenta cualidades ecológicas excepcionales. Tiene su lado MUY bueno.

De su fruto, que es una pequeña baya rojiza, se alimentan decenas de especies de aves y el follaje es una fuente de alimentación para la fauna local, sin embargo su papel positivo va mucho más allá.

El chechén tiene un efecto restaurador del medio ambiente,  gracias a que se desarrolla tanto en suelos pobres, degradados, someros y con deficiente drenaje, así como en terrenos con suelos ricos y profundos con buen drenaje. Puede prosperar en selvas, sabanas y bajos, zonas inundables u hondonadas. Sobrevive y resiste  al fuego y las inundaciones temporales. .

El chechén es una especie de rápida velocidad de germinación, florece de marzo a mayo, los frutos maduran de mayo a octubre y la germinación  inicia a los 7 días de formada la semilla y se completa a los 31 días, en menos de dos semanas, ya se desarrollaron plántulas e individuos juveniles, así mismo tiene muy buena regeneración, por lo que esta  especie presenta un muy buen potencial para reforestación productiva en zonas degradadas por malos manejos.

Por sus cualidades en la recuperación de terrenos degradados es  empleado para rehabilitar sitios donde hubo incluso explotación minera, continuaremos…

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