Charlize Theron, ganadora del Óscar y símbolo del cine de acción, ha hablado con franqueza sobre las consecuencias físicas a las que su cuerpo ha debido enfrentarse tras años interpretando escenas de alto impacto. Su estilo físico ha dejado marcas—y ella no lo oculta.
Con papeles que van desde Aeon Flux hasta La vieja guardia y Fast & Furious, Theron recuerda que su cuerpo ya no se recupera igual que cuando tenía 20 años. “Si dejo de ejercitarme unos días, me cuesta caminar… ni siquiera puedo sentarme en el retrete”, confesó con crudeza a propósito del estreno de La vieja guardia 2.
La actriz ha acumulado varias lesiones: fracturas, ligamentos rotos, cirugías en codos, hombro, hombros, pulgar y problemas de túnel carpiano. Cada herida habla del precio que ha pagado por entregar autenticidad en pantalla.
Por ejemplo, en Aeon Flux, un back handspring fallido la dejó con una lesión cervical tan grave que requirió cirugía y uso de cuello ortopédico.
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Durante el rodaje de Apex, incluso realizó algunas escenas sin arnés, lo que terminó con la fractura de un dedo del pie y ella lo calificó como “un milagro que esté aquí para contarlo”.
Aun así, mantiene una actitud vigente sobre su imagen: ha rechazado rumores de cirugía plástica y reivindica su propio envejecimiento, enfatizando que no se ha sometido a lifting, sino que simplemente está envejeciendo naturalmente.
Theron también critica los prejuicios de la industria frente al paso del tiempo en las mujeres. “Los hombres envejecen con gracia; en cambio, si una actriz cambia, ya sospechan de cirugía”, destacó con firmeza.
Pese a las lesiones, sostiene que la física del cine de acción le permite profundizar en sus personajes. Como Tom Cruise o Leo DiCaprio, considera que las heridas reales pueden añadir verosimilitud emocional a la narrativa.
Esta transparencia no solo revela el precio físico que ha cobrado su carrera, sino que también desafía los estándares de belleza y resistencia femenina en Hollywood. Theron abre la conversación para que se reconozca el valor y los riesgos reales del cine de acción protagonizado por mujeres.
Con estas declaraciones, la actriz demuestra que su compromiso va más allá de la pantalla: se trata de una apuesta arriesgada que transforma cada escena en una marca imborrable.
A sus 50 años, Charlize Theron ha construido una carrera marcada por la versatilidad y la resiliencia. No solo ha enfrentado exigencias físicas extremas, sino también tragedias personales y prejuicios de la industria, consolidándose como una de las figuras más influyentes de Hollywood.
Además de su trabajo actoral, la actriz ha sido reconocida por su labor humanitaria y su activismo en favor de la igualdad de género, confirmando que su influencia trasciende la pantalla grande.
Hoy, Theron mira con orgullo su recorrido, aunque admite que el cuerpo le pasa factura. El precio de haber protagonizado algunas de las escenas de acción más icónicas de las últimas décadas se traduce en cicatrices, operaciones y un metabolismo más lento.
Con su franqueza, Charlize Theron se suma a las voces que buscan visibilizar los costos invisibles del cine de acción y la presión estética en Hollywood. Su testimonio envía un mensaje claro: envejecer y aceptar las huellas del esfuerzo también es una forma de dignidad y fortaleza.
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Con información de INFOBAE
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