A mediados de octubre, la Ciudad de México comienza a vestirse de naranja con la llegada de la flor de cempasúchil, una de las tradiciones más esperadas para el Día de Muertos, celebrado el 1 y 2 de noviembre.
Calles, plazas y espacios públicos se decoran con esta emblemática flor, también conocida como “la flor de los muertos”, cuyo intenso color y fragancia son parte fundamental de las ofrendas que honran a los seres queridos que han partido.
De acuerdo con la tradición mexicana, estas flores típicas en el Día de Muertos guía a las almas en su regreso al mundo de los vivos, convirtiéndose en un símbolo espiritual que llena de vida esta celebración.
¿Cuánto cuenta el cempasúchil este 2024?
Para quienes desean adornar su ofrenda o decorar su hogar con estas flores, este año los precios varían entre los 30 y 60 pesos por maceta. En estos recipientes, que suelen contener entre 4 y 5 ejemplares, puedes encontrar opciones accesibles en varios puntos de venta de la capital.
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Entre los lugares más populares para adquirir estas flores están los grandes mercados y embarcaderos de la ciudad. En la Central de Abastos y el Mercado de Jamaica, por ejemplo, el precio de una maceta de cempasúchil puede llegar hasta los 60 pesos, mientras que en Cuemanco y Nativitas, se pueden encontrar hasta en 40 pesos.
Estos puntos de venta son conocidos no solo por su accesibilidad, sino también por la variedad de productos y especies disponibles para los compradores.
¿Dónde conseguir cempasúchil más barato?
Si buscas adquirir estas flores a un precio aún más económico, una excelente alternativa es comprar directamente con los floricultores de la Ciudad de México. La Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) ha lanzado un mapa interactivo que permite localizar a más de 400 productores de cempasúchil, ubicados en zonas como Xochimilco, San Gregorio Atlapulco, Ejido Tulyehualco, Santiago Tepalcatlalpan y San Luis Tlaxialtemalco.
Estos productores ofrecen una amplia variedad de especies como Marigold, Clemolito y Bonanza, a precios más accesibles, fomentando el comercio local y el apoyo a los productores de la región.
Así, el cempasúchil no solo embellece la ciudad y honra a quienes ya no están, sino que también une a la comunidad en torno a una tradición ancestral que celebra la vida y la memoria.