Fueron dos largos meses en los que el empresario Alejandro Martí, quien murió recientemente, estuvo negociando con los integrantes de la banda Los Petriciolet tras el secuestro de su hijo de 14 años de edad.
Y aunque se hizo el pago millonario por el rescate, se encontró el cuerpo del joven en el interior de una cajuela de un auto con reporte de robo muy cerca de la Colonia Villa Panamericana en la alcaldía Coyoacán.
Tras el crimen, el empresario Alejandro Martí dejó de lado sus negocios para impulsar el activismo para el esclarecimiento del secuestro y asesinato y brindar apoyo a las personas que han sido víctimas de este tipo de violencia.
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Las pesquisas de la entonces Procuraduría General de la República (PGR) apuntaron como responsables del crimen a integrantes de una célula conocida como “Los Petriciolet” o la banda de “La Flor”, cuyos primeros integrantes fueron aprehendidos entre 2009 y 2010.
Uno de los detalles que realizaba dicha banda delictiva era el mandar flores a los familiares cuando se negaban a realizar los rescates.
Los líderes de Los Petriciolet fueron los hermanos Cañas Ovalle, los cuales fueron capturados en un operativo de dicha dependencia en agosto de 2008.