Esta semana, en la Cámara de Diputados se presentó una iniciativa con miras a reformar la Ley Federal del Trabajo (LFT), con el objetivo de ampliar de 9 a 15 los días oficiales de descanso obligatorio para los trabajadores en México. En concreto, se propone añadir seis fechas feriadas nuevas, además de instaurar tres “puentes” adicionales en mayo, junio y octubre, lo que permitiría aumentar los descansos anuales.
La propuesta es impulsada por el diputado Emilio Suárez Licona, del partido PRI. Él argumenta que en México aún no existen políticas suficientemente robustas que promuevan un equilibrio entre vida personal y laboral —y que muchas jornadas de trabajo resultan extensas— por lo que ampliar los días de descanso obligatorio favorecería la salud emocional y física de las personas trabajadoras, reduciendo el estrés laboral. En ese sentido, la intención es que estos nuevos días de descanso ayuden a aliviar la carga laboral y contribuyan a un mejor bienestar general.
Actualmente, la LFT prevé nueve días feriados oficiales: entre ellos Año Nuevo, el aniversario de la Constitución, el natalicio de Benito Juárez, el Día del Trabajo, la Independencia, Navidad, así como algunos días vinculados a procesos electorales o al cambio de titularidad del Poder Ejecutivo.
La reforma en análisis sugiere añadir las siguientes fechas como días obligatorios de descanso:
- 24 de febrero, por el Día de la Bandera.
- 8 de marzo, en conmemoración del Día Internacional de la Mujer.
- El segundo lunes de mayo, para celebrar el 5 de Mayo (Batalla de Puebla).
- El cuarto lunes de junio, con motivo del Día de la Dignidad de los Pueblos Originarios (30 de junio).
- El segundo lunes de octubre, en conmemoración del Día de la Nación Pluricultural (12 de octubre).
- 12 de diciembre, por el Día del Orgullo Mestizo y la Mexicanidad.
Según lo planteado por los promotores, de aprobarse, estos cambios entrarían en vigor a partir del primero de enero del año que siga a su publicación en el Diario Oficial de la Federación.
Este proyecto se suma a un conjunto de iniciativas —hasta ahora nueve en la legislatura actual— orientadas a ampliar los días de descanso obligatorio. Hasta el momento, aunque se han planteado también otras fechas como el jueves y viernes de Semana Santa o los días del Día de Muertos, ninguna ha sido dictaminada.
El impulso de esta reforma responde a una percepción generalizada de que México tiene menos feriados oficiales que muchos países de América Latina. En ese contexto, quienes proponen el cambio consideran que incrementar los descansos oficiales podría tener múltiples beneficios: fortalecer los lazos familiares, aliviar la carga del cuidado doméstico y familiar, reducir los niveles de agotamiento y ausentismo laboral, y eventualmente elevar la productividad y satisfacción de los trabajadores.



